lunes, 1 de junio de 2009

Heroes or Zeroes

"Héroes o Ceros"; es un dicho americano, un juego de palabras de significado muy claro. Nadie quiere ser un cero, pero exactamente, ¿qué conlleva ser un héroe?

Para mi un héroe es alguien que hace lo que debe hacer, le sean favorables o no las consecuencias, le sea fácil o difícil. Esto es fácil de entender. Ahora, ¿qué es lo que uno DEBE hacer? Los cristianos tenemos marcada una misión, un deber, claro y conciso:
"Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra." (Hechos 1:8) Somos los testigos de la realidad de Jesús, de la nueva vida que Él nos dió, y de su promesa de salvación. Por eso extendemos el evangelio y nos hacemos misioneros, y hablamos con su Palabra y con nuestro ejemplo a todo el que nos conoce. ¿Somos héroes?

Cuando te sobrepones a la vergüenza, pides a Dios que guíe tus palabras y entregas sonriente a un desconocido un folleto cristiano, sabiendo que puede empezar a hacerte preguntas que te asusta no contestar adecuadamente, ¿no eres un héroe?

Cuando te quitas tiempo de estar con tus amigos, de tus aficiones, de tus gustos, y lo dedicas a estudiar para encontrar un mejor trabajo, incluso cuando ya tienes empleo, pero tu ambición e ilusión te animan a seguir prosperando, ¿no eres un héroe?

Cuando pasas dos días en ayuno y te centras en dedicar el tiempo de tus carnalidades a estar en comunión con Dios, dejando que su presencia te complete, te restaure y te purifique, para que el Espíritu sea manifiesto en ti como dice Hechos, ¿no eres un héroe?

Cuando dejas de distraerte y recuerdas tu sueño de ser escritor, y decides hacer esa entrada de blog que te inspiró un diálogo que leíste hace poco para que sea conocida, ¿no eres un héroe? Quizá aquí no tanto, pero para mi es importante.

J. M. Straczinsky es el autor que ha inspirado la mayoría de reflexiones sobre el Señor basadas en comics de este blog. Este diálogo me pasó por alto la primera vez que lo leí, hace años. En una relectura, no puedo dejar de repetirme que, o el autor es creyente, o comprende que Dios es más grande que la vida. Para los que no sean muy seguidores de Peter Parker, el Hombre Araña, les diré que él decide hacerse héroe cuando, después de haber recibido sus poderes, deja escapar a un ladrón sin darle importancia; este mismo ladrón asesinará a su tío Ben, que le crió como a un hijo desde la muerte de sus padres. Desde entonces, Spiderman deja de trabajar como atracción televisiva y se entrega a hacer lo que debe, llevado por la culpa y el deseo de redención.

Tras una aventura de viajes por el tiempo el día de su cumpleaños, el mago que le ha guiado en ese viaje le da una cajita diciendo que sospecha que es para él. El mismo mago no sabe de donde viene (aunque en principio llega en plan paradoja temporal, pero no viene al caso) y se la da. Al abrir la caja, sólo en la terraza de su casa, aparece su tío. Quizá le han traído en el tiempo. Quizá le han pedido que baje del cielo. No importa. Su diálogo es este.
"- Dios, quiero contarte tantas cosas… quiero pedirte perdón por tantas cosas…
- ¿Perdón? No tienes nada por lo que pedir perdón, Pete. A mi no.
- Pero te fallé cuando me necesitabas…
- Todos metemos la pata alguna vez. No sólo es inevitable, creo que puede ser necesario. ¿Sabes lo que de verdad me decepcionaría? Que no intentases vivir la vida que quise para ti. Que te conformaras con menos porque tuvieras miedo de conseguir más. Que te alejaras de lo que creías, una sola vez. ¿Has hecho eso? -Peter hace una pausa, medita, y responde:
- No, no lo he hecho.
- Entonces te he enseñado bien, y tu vida tiene sentido. (…) Hagas lo que hagas ahora, sea lo que sea en lo que te has convertido, dime, Peter. ¿Eres feliz? Todos sufrimos. Todos perdemos gente que nos importa. Todos somos heridos. Es el precio de ser humano. Pero a la hora de la verdad, ¿te gusta tu vida? ¿Eres feliz, Peter?
- Aunque parezca una tontería… lo soy. Soy feliz. Tengo una buena vida, una vida my buena. Tengo mucha suerte. A veces no comprendo lo buena que es y cuanta suerte tengo. Pero sí, soy feliz, Ben.
- Entonces, eso es lo único que importa, ¿no?
- Tal vez. Tal vez esa sí sea la pregunta. Pero te echo de menos, Ben. Dios sabe cuanto te echo de menos."

En los comics, el tío Ben ha sido idealizado. Es el estereotipo del padre ideal, que siempre estuvo ahí, severo pero justo y no por ello menos amoroso. Es el padre perfecto que puedes desear tener y puedes aspirar a ser. Es Dios. Es el amor absoluto que entiende que debes cumplir tus responsabilidades para ser mejor persona, que quiere que seas un héroe, y no un cero, y que quiere que tú mismo lo sepas. Straczinsky llevó al máximo esta analogía. Copiándolo para escribirlo aquí, se me ocurre incluso que esa figura de Dios está hablando con un Pedro (Peter), que lamenta su muerte, que siente que le falló, y al que el Cristo resucitado da fuerzas y esperanza. Apacienta a mis ovejas. Haz lo que debes. Ya sé que has fallado, ya sabía lo que el miedo te haría hacer. No te preocupes, estaba escrito. Pero ahora, apacienta a mis ovejas. Yo también te amo. Yo también te echo de menos. Adelante, mi fiel servidor. Sé un héroe.

1 comentario:

amparito dijo...

Sigamos luchando, siempre unidos, sin mirar atras, si caemos yoraremos, pues tenemos un padre que nos consuela y nos permite llorar, pero que nos dice "llora yo estoy aqui, cuando termines de llorar lebantate, y anda hacia la meta que tee puesto"
Seamos Heroes.